miércoles, 21 de marzo de 2012

Nuevas Actualizaciones para Maestros avanzados de "Floreciente Loto Lila"

El Cuerpo Astral
(Cuerpo de Deseos y Emociones) Notas De acuerdo con la Teosofía, toda criatura existente en el universo manifestado está en proceso evolutivo. Esta evolución consiste en el desarrollo de estados de consciencia cada vez más elevados que culminan en lo que ha sido dado llamar “el ser humano perfecto”, aquel que no necesita continuar encarnando porque ha concluido su aprendizaje en la escuela de la vida planetaria física. Esto no significa que la evolución en sí concluya allí, ya que después de conquistar lo que podría llamarse “la etapa humana”, el Ego espiritual, el verdadero ser que somos, continúa evolucionando ahora en la etapa super humana ya que, según se nos dice, el proceso evolutivo no tiene fin e incluso el Logos Central del universo se encuentra aún en evolución. Como hemos indicado anteriormente, el Ego es premunido por la Ley natural de un número de vehículos o cuerpos que le permiten expresar consciencia y desarrollarla. Factores esenciales en este proceso de desarrollo son las emociones y los deseos, porque representan el estímulo necesario a la acción, y es a través de ésta y de la correspondiente reacción, que el Ego lleva a cabo su aprendizaje para cosechar posteriormente los frutos de sus experiencias mediante las cuales desarrollará sus enormes posibilidades.. Al vehículo que el ser humano tiene para la expresión de deseos y emociones se le llama en Teosofía “El Cuerpo Astral”, con ello estableciéndose que, contrariamente a lo que la mayoría de las personas suponen, nuestros deseos, con su inevitable secuela de emociones, no se originan en nuestro cuerpo físico sino en nuestro cuerpo astral. Se nos dice que el cuerpo físico con su doble sistema nervioso es solamente un mecanismo del cual se sirve el cuerpo astral para la expresión de sus emociones y la satisfacción de sus deseos. Como hemos indicado anteriormente, en el hombre 2 corriente tales deseos y emociones varían desde los más elevados a los más bajos, manifestándose alternativamente a través de la personalidad. Cuando el Ego permite a su cuerpo astral imponer deseos inferiores a su cuerpo físico, los efectosen éste último serán de tipo destructivo y pueden amenazar su estado de salud y su energía. La enfermedad y el dolor físico que eventualmente sobrevienen como resultado de tales violaciones son gobernadas por la Ley del Karma, y son el método que la Naturaleza utiliza para enderezar la personalidad y hacerla avanzar por el camino adecuado a objeto de asegurar su desarrollo. Lo anterior puede dar la impresión de que el cuerpo astral con sus descontrolados deseos y emociones es un obstáculo para nuestro avance evolutivo. Pero basta un poco de reflexión para empezar a verlo no como un obstáculo, sino como una bendición disfrazada de problema, un desafío que es preciso enfrentar con éxito. El esfuerzo realizado por el Ego para subyugar las poderosas tendencias del cuerpo astral le dota de carácter, determinación y fuerza de voluntad, estimulando también al desarrollo de la inteligencia. La idea no es entonces la eliminación de las emociones y los deseos, sino su educación y control. Esto toma, por cierto, gran cantidad de tiempo y, en consecuencia, muchas encarnaciones. Pero es necesario recordar que todo funciona bajo el imperio de la Ley Natural, y ésta trabaja lentamente cuando está en el proceso de alcanzar la perfección; a la Naturaleza no la preocupa el tiempo, sino solo la perfección de los resultados de su trabajo.

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