ILAHINOOR

Ilahinoor significa “Luz Divina” (en turco) es una transmisión de energía muy importante para estos tiempos.
Tiene sus raíces en el antiguo Egipto, llegando a nosotros en un momento de transición mundial para facilitarnos la evolución hacia las nuevas dimensiones de conciencia.
Es una energía de fácil acceso que se puede transmitir tanto con la intención como directamente, es una herramienta para la curación emocional y física a la vez que libera viejos patrones auto-limitantes.

Nos hace entrar profundamente en el cuerpo la conciencia expandida.
Con Ilahinoor, por fin podremos volver a casa a nosotros mismo, nos da mayor vitalidad a la vez que una paz interior más profunda. La vida empieza a fluir con mayor facilidad y abundancia, ya que abrimos las puertas de nuestra verdadera naturaleza. Nos despierta del sueño de la separación, algo muy necesario en estos momentos para experimentar la unidad con la tierra y todo lo que es, para poder comenzar a co-crear las nuevas formas de convivencia en el planeta.
Una de las bellezas de Ilahinoor es su facilidad de transmisión, se puede sentir la energía simplemente a través de nombrarla (ila-ji-nur), una vez recibida personalmente o a distancia, se puede empezar a utilizar tanto como un recurso personal como para compartir con los demás.

KIARA WINDRIDER

Nacido en la India, Kiara Windrider, MA, es psicoterapeuta y autor de Puerta a la Eternidad, El fuego del cielo, y viaje hasta la eternidad. Él ha investigado el proceso de despertar planetario durante décadas, y ha enseñado Ilahinoor durante los últimos 2 años. Actualmente vive en Turquía.
Kiara y su esposa Grace han viajado impartiendo talleres de las posibilidades de transformación global y la iluminación, incluso a través de técnicas como la Diksha y Ilahinoor, las cuales activan la neurobiología de la iluminación.
En la primavera del 2006 Kiara y Grace fueron a Turquía para dar un par de seminarios y luego regresar a la India. El universo, sin embargo, tenía otro plan. Turquía está en una posición única de puente entre dos continentes, Europa y Asia, con todo lo que ello representa. Es también un puente en el tiempo, una tierra donde las civilizaciones y las religiones antiguas han dado a luz y alimentado durante 9.000 años. Los turcos la llaman Anatolia, la tierra Madre, una puerta estelar de nuevas frecuencias galácticas que están anclando en el planeta actualmente. Un par de meses después se establecieron en Turquía.
Grace estaba dando un seminario en Hawai, mientras Kiara hacía un retiro de tres días con un grupo en Dalyan. Dos de los participantes, Nuket y Leyla, acababan de regresar de un viaje a Egipto, donde habían estado recibiendo una serie de mensajes internos sobre el despertar. De repente se encontraron viviendo los recuerdos de toda una vida compartida en el antiguo Egipto durante el tiempo del Faraón Akenatón. En un momento dado se conectaron con un ser conocido en el antiguo Egipto como Ra, que les empezó a hablar de un campo morfogenético de vida, de las frecuencias de ascensión que habían desarrollado a lo largo del tiempo, de las vidas de muchos iniciados que habían alcanzado realmente la inmortalidad física y la ascensión en aquellos tiempos. Este campo morfogenético se había controlado fuera de la humanidad colectiva, hasta el momento en que estuviésemos preparados para volver a activarla. Ese momento había llegado.
De repente, la energía comenzó a tejerse en el círculo. Se dio cuenta que era muy similar a lo que habían experimentado al nadar con las ballenas jorobadas en Hawai, sintió como si su cuerpo perdiese el sentido de los límites físicos, y se fusionó con la Tierra, el cosmos y más allá. La energía era poderosa y entro profundamente en el cuerpo físico. Siguieron más experiencias pero lo importante es que ese campo morfogenético todavía existe, y que puede ser utilizado para la curación y para la integración de las energías cósmicas celulares de la evolución